Hoy llegué a trabajar casi a las 3 de la tarde. Sabri está malita de la garganta, tuvo fiebre y no fue a la escuela, así que me quedé yo con ella en la mañana. Al llegar, me encuentro con una caja sospechosa. Eso no podía se otra cosa que MI REGALO. La madre que la parió, no traje hoy la cámara. ¿Cómo pude dejarla en casa JUSTO HOY?
Rompí el papel, no sin antes leer la etiqueta de la empresa de mensajería. No traía remitente… ¡ay canija! me va a hacer sufrir un poquito más… Abrí la caja y empecé a sacar paquetitos envueltos en hojas de El Economista (¡Bravo por tu hija, se necesitan más conciencias ecologistas como la suya!) No me atrevía a abrir ninguno; todavía no me atrevo. Empecé a tentar cada uno tratando de adivinar qué serían. Lo único que identifiqué fue una horquilla aaaaanchaaaaaaa. Por ahí vi una cartita y lo primero que busqué fue la firma… La identidad la diré después. Ahí me enteré del contenido de la cajita. Ahora voy a abrir paquetitos mientras escribo este post. ¿Me acompañan?
Un poncho blanco, maldita sea, ¿por qué no traje la cámara? Es hermoso. Amiga, tejes primorosamente bien. Me encantó la puntada y el modelo. Se ve comodísimo. ¡GRACIAS!
Una Fat Bottom Bag ENORME, blanca y hermosa. ¿Les digo un secretito? Y amiga, antes de sentirte mal, termina de leer. La Fat Bottom nunca me había llamado la atención. La veía en blogs y no me terminaba de cuadrar… hasta hoy. Les juro que me encantó. Tiene unas asas que de la emoción no me acuerdo cómo se llaman, ¿bamboo? No sé, pero son divinas, y al frente, abajo de las asas, tres flores tejidas. Te sacaste un 10.
Uf! Un librito fantástico: JUST BAGS de Lion Brand Yarns. Para mirarlo con calmita, pero al hojearlo promete ser genial.
La horquilla ¡ajustable! Tengo que buscar patrones a la voz de ¡ya!
Una bufanda para Sabri, haciendo juego con mi poncho. ¿Cómo se las describo? Es una espiral, es hermosa. La enana va a verse coquetísima con ella y su gargantita que tanto sufre la va a pasar bien. Gracias a nombre de ella.
¿Se acuerdan del post de *comelones anónimos*, donde me lamentaba porque una señora me había regalado una crema y yo esperaba CHOCOLATES? Pues se me hizo. Es tan genia mi amiga que me canjeó dulces típicos por chocolates. Pero aclaro, los dulces típicos también me fascinan, pero el chocolate es el chocolate.
Por último, como parte del intercambio de un año en el que entré a participar, me mandó un bolero que es un sueño. Ustedes saben que los boleros me encantan, amiga, tú lo sabías. Este es un sueño. La medida es perfecta. El color no lo distingo bien (es que tengo la luz de la oficina, no luz natural), parece un ¿azul muy oscuro tirando a morado? No sé, pero me encanta.
Todo me encanta, Elisol, TODO. Te estoy muy agradecida por todos estos regalos, y más por tu linda amistad. Espero de todo corazón que nos podamos ver pronto para darte en persona el enorme abrazo que te mereces.
P.D. Mañana, si Sabri está mejor, traigo fotos.