Tengo otros blogs más: uno para hablar de Sabri y sus locuras, otro para hablar de mí siendo madre de dos, otro para putear y reflexionar sobre mi situación económica y las mejoras posibles, y otro para escribir cosas lindas y cosas feas que me pasan o que se me ocurren. A veces se me ocurren tantas tonterías que no podría ponerme a escribir todo y por eso abrí una cuenta de Twitter. Ninguno de estos blogs está abierto al público; son sólo para mí.
Pero Rincones fue el primero y es el que más quiero, porque a través de él comparto con muchas de ustedes la pasión por el tejido y las manualidades en general y porque a través de él las he conocido y he conocido blogs tremendamente inspiradores. Pero no sé, creo que estoy un poco estancada y me parece que este espacio ya dio lo que tenía que dar. Creo que el blog refleja características mías que detesto y que trato de cambiar: el descuido, la falta de atención e interés, el dar por hecho todo. Tengo la manía de creer que en mis malos ratos todos me van a aguantar y van a estar ahí para cuando se me pegue la gana cambiar la cara, y tristemente me estoy dando cuenta de que no es así. Aquí, en el mundo bloggeril, y en el mundo exterior la vida me está pasando factura y casi veo puros números rojos. Es hora de abrir los ojos.
Este blog no se despide, es sólo un «hasta pronto».