Bendito lunes

Este fin de semana pasado fue largo. En México el 2 de noviembre es día de descanso oficial. Mi mamá tiene la costumbre (que le pasó mi abuela) de tender las camas tempranito el día 2 porque las almas de los difuntos vienen a descansar, etc., etc. La cosa es que en todo el día no se debe poner NADA arriba de la cama para no perturbarlos. Mi mamá no pone nada arriba de la suya, pero es flexible con las decisiones de los demás, así que si yo llego a dejar algo sobre la mía, mi problema. Pero Elo se lo toma muy en serio, demasiado diría yo, al grado de decirme que si a Sabrina le daba sueño al medio día que la durmiera en mis brazos, y que le cambiara el pañal en un sillón de la sala (living).

Bueno, como teníamos 3 días de descanso, yo me frotaba las manos pensando en todo lo que iba a hacer… ajá… Alcancé apenas a tejer una bufanda como esta. La hice con el estambre que me sobró de la bufanda perro. La recomiendo ampliamente porque es facilísima y ultra rápida de tejer. Ya le estoy haciendo una a Sabrina pero con un estambre mucho más finito. También corté la tela para un almohadón de rana para una sobrina de Andrés. Ya está medio grandecita, pero colecciona ranas, así que espero que le guste. Y también busqué con mi mamá ovillitos para hacer cuadritos. En cuanto leí en el blog de Brisa de amor de esta obra social, quise unirme, pero tenía que esperar a que mi mamá me diera sus lanitas.

El resto del fin de semana se me fue en cocinar, jugar con Sabri, limpiar y andar atrás de la enana. Total que ayer en la noche estábamos todos sentados comiéndonos unas empanaditas de carne que le sobraron a mi mamá de un pedido y le dije a mi progenitora «Qué bueno que mañana es lunes, así ya voy a descansar» A lo que ésta me contestó ¿descansar de qué si no haces nada? Lo que siempre me he preguntado es si este es un síndrome de las madres, de nunca ver todo lo que hacemos o sólo le pasa a la mía.

Esta mañana me encontré con un mail de Carla para recordarme que hoy se cierra la inscripción para el intercambio navideño que está organizando. A pesar de que he estado trabajando muy lenta en los regalitos para las fiestas, acepté inscribirme. No me podía negar, ¡es mi primer intercambio! Estoy muy emocionada. También tenía la invitación de Ravelry. Sólo alcancé a registrarme, no quise ir más allá, porque ya tengo demasiadas cosas en la cabeza, y apenas es lunes.